El nuevo sistema de emergencia 911 recibió unas 13.000 llamadas en el primer fin de semana de su funcionamiento. Según fuentes oficiales, se contestaron unas 7.700 llamadas realizadas por ciudadanos que querían testear la operatividad del sistema. Aunque más de 5.000 casos fueron bromas.
El gobernador José Alperovich estuvo ayer en el centro de operaciones del 911 para inaugurar las instalaciones. "Tucumán hizo un gran avance en seguridad con infraestructura de primer nivel. Con este nuevo sistema todos los que viven en la Capital y en Yerba Buena deben llamar al 911. Mientras que desde otras localidades deben comunicarse al 101", aclaró el mandatario. También señaló que el tiempo de respuesta desde que se recibe el llamado es de entre cinco y seis minutos.
En la comitiva también estuvo el ministro de Seguridad Ciudadana, Jorge Gassenbauer. "Casi la mitad de las llamadas que recibimos (en los 20 días que el sistema estuvo a prueba) fueron bromas. Incluso se detectó que de un solo teléfono (fijo) se hicieron 1.700 llamadas", señaló. Y agregó otras 500 bromas se realizaron desde un mismo teléfono celular. Gassenbauer advirtió que esos números fueron identificados y que a los titulares de las líneas podría caberles una acusación ante la justicia. "La población tiene que comprender que detrás de una broma está la angustia de una persona que necesita ser atendida", remarcó.
A su vez destacó que el resto de las llamadas fueron reales pero que sólo unas 300 eran verdaderas emergencias. "El 911 tiene como función la prevención del delito y es importante que el vecino se comunique cuando observe un movimiento extraño", recomendó.
El ministro indicó que las bromas telefónicas son un fenómeno que se da en todos los servicios de emergencia. "La diferencia es que ahora quedan identificados", advirtió.